Punta Arenas una cuidad pequeña al borde del océano pacifico, organizada y tranquila como el resto de Chile, con hermosas puestas del sol que se difuminan al aparecer la noche, con edificaciones centenarias, calles limpias, y una Zona sin impuestos donde la gente como siempre compra como loca.
La idea de estar en esta cuidad es la proximidad con el parque nacional mas concurrido de Chile, las torres del Paine. Se toma transporte hasta el parque nacional desde le terminal de Punta Arenas, el camino corto, con la mitad del trayecto en ripio, en el horizonte se van alzando las 3 torres, hasta que llegamos al lugar donde nos bajamos del bus y todos toman su fotico.
Se toma trasbordo desde la entrada al parque hasta el primer refugio, al entrar nos damos cuenta del gran costo de las literas, de verdad que es un lugar donde privilegiados se pueden hospedar mas de 1 noche, igualmente este sacrificio monetario vale la pena.
Iniciamos la caminata después de registrarnos ya que las predicciones del tiempo no eran muy favorable para los siguientes días, se esperaba bajas temperaturas y nevadas.
Fueron 4 horas de una linda caminata acompañada por el sonido del rio que forma el derretimiento de la nieve, los arboles con sus hojas de amarillo otoño y el terrior marron, para llegar un ultimo esfuerzo que duro un poco mas de 30 minutos en ascenso por rocas y tierra seca que a veces nos hizo retroceder, pero la recompensa por llegar a la meta, una hermosa vista de las torres.
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De regreso unas 4 horas mas de caminata acompañados de varios turistas europeos, que hablaban español, ingles y sus idiomas, para llegar a leernos un librito y luego a dormir en las literas de uno de los cuartos compartidos. Una de las cosas que el viaje nos ha enseñado es lo buen amigo que pude llegar a ser un libro, como se puede poner a volar la imaginación, sin necesidad del televisor con sus cientos de canales, por eso decidimos al salir de casa, dejar de hacer imprescindible el uso del televisor. Otra cosa que queremos seguir haciendo el resto de nuestra vida es hacer largas caminatas a hermosos lugares, para esto ya tocara irse preparando físicamente.
PUERTO NATALES A PUERTO MONTT: Por recomendación de personas, leyendo algunas guias y buscando en internet nos enteramos de un viaje que se realiza en barco saliendo desde puerto natales hasta Puerto Montt, surcando por las islas y fiordos del chile meridional, pasando por glaciares, esto nos animó suficiente y decidimos hacerlo. El alojamiento en la cuidad con buenas ofertas y precios muy competentes, el tiquete en barco se puede lograr conseguir con descuento a ultima hora (En baja temporada), que fue lo que hicimos para ahorrarnos unos buenos pesos. Es hora de partir hacia puerto Montt, Ingresamos al Barco en horas de la noche, donde pernoctamos junto al mugido de las pobres vacas que iban en contenedores hacia el sur.
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A la mañana siguiente zarpa el barco y después del desayuno nos damos cuenta que el recorrido por ser temporada baja no se haría pasando por los glaciares, ups, que pena de verdad porque esto era lo que queríamos ver, de lo contrario sería un viaje convencional en barco de un lugar a otro. El viaje se convirtió en 3 dias de monotonía, donde no teníamos contacto con los otros viajeros, ya que nosotros aparte de la tripulación eramos los únicos que hablábamos español y lo peor de todo cuando se avistaron las Orcas, nosotros estábamos durmiéndonos las pastillas del mareo que nos habíamos tomado, fue muy dificil la comunicación con el resto de turistas, donde la mayoria eran europeos, nos sentimos impotentes con la situación y tomamos la desición de aprender ha hablar fluidamente inglés. En este momento recuerdo la voz de mi papá, tan reiterativa con aquello de aprender ingles.
Creemos que hasta ahora nos pasó, esta es la única cosa que no debimos haber hecho dentro del viaje, fue tiempo y dinero perdido, pero en fin; hay que sacar provecho hasta a este tipo de sucesos. Regresamos nuevamente a Bariloche junto a lunita después de una travesia de casi un mes por el sur del continente.
