El tiempo pasa, es largo, pero con tanto por recorrer se queda corto. Estados Unidos el país más extenso que hemos recorrido hasta ahora y cada vez que ponemos los ojos en el mapa nos damos cuenta que estamos lejísimos de nuestro próximo destino, así que a planear mejor los recorridos y poner pie en el acelerador.
Este un recuento de lo que ha sucedido desde la salida de Washington D.C hasta la llegada a Seattle, así que ya cruzamos éste país de oriente a occidente.
No pasó desapercibida nuestra lunita con sus placas de Colombia por Manhattan. Siempre nos preguntamos como se vería rodadando por las calles llenas de luces y letreros de la gran manzana. Así que nos dirigimos hacia el Timesquare, manos a la obra y este fue el resultado: Lunita pasando por sus calles, dando más colores y luces.
Nueva York, una de esas ciudades de las que nunca te quieres ir. Donde al voltear la mirada vez algo de admirar. Donde el inglés se habla con muchos acentos, donde al mirar al cielo te topas con algún rascacielos, donde se pasa del restaurante chino al italiano cruzando solo una calle. Donde cae el día y llega la noche con con igual o más resplendor. Una ciudad que nos enamoró.
Con nuestra Kombi andando muy bien vamos rumbo al norte, poniendo ¼ de aceite cada 400 millas– 640 km para recuperar lo que se está consumiendo y 10 galones de gasolina cada 220 millas – 350 kms. La bella región de los lagos nos regaló un clima perfecto en verano y los vientos frios del norte nos hicieron volver a cubrirnos.
Las cataratas del Niagara frontera de USA y Canadá, Un gran toque de naturaleza en medio de dos grandes ciudades. Siempre nos dijeron que se veían mejor desde Canadá, pero sin visa de Canadá fue imposible comprobarlo. Que interesante ver otro nuevo país al frente, ver que sólo lo separa un puente, pero que sensación incómoda saber que aunque está tan cerca no puedes entrar por que no tienes VISA!
Que fácil agarrar el sol y cómo nos decía un lugareño el lago Erie tiene unas de las más bellas puestas de sol que hayamos visto.
Continuando sentido occidente y bordeando los grandes lagos de los Estados Unidos, llegamos a Chicago, ciudad de rascacielos donde se encuentra el edificio más alto de el país “la torre SEARS” y que algún día fué el más alto de mundo. Esa extraña fusión entre la gran metrópolis y el borde del lago Michigan una perfecta excusa para zambullirse en el agua y escapar del calor del verano, mientras los fuegos pirotécnicos por el día de la independencia retumban y todos admirados muestran orgullo por pertenecer a este país.
Un lugar con un estilo de vida diferente, el condado de Holmes en Ohio. Este lugar como en muchos otros en el centro norte del país, viven pequeñas comunidades de agricultores que usan vestimentas antiguas y tratan de no dejarse contaminar por formas de vida moderna, los Amish. Es curioso ver personas arando la tierra con sus vacas, cortando el pasto con artefactos mecánicos y transportándose con sus carruajes tirados por caballos entre las pequeñas carreteras de sus cultivos.
En Dakota del Sur un raro paisaje que se ha moldeado tras millones de años de erosión, el Badlands national park uno de esos lugares con el que uno se puede imaginar estar en la luna o en otro planeta. Éste un lugar de paso obligado para llegar al monte Rushmore, una de las emblemáticas esculturas estadounidenses en la que están esculpida la cara de cuatro presidentes de los Estados Unidos: Washington, Jefferson, Lincoln y Theodore Roosevelt.
Entre los bellos paisajes cruzamos las montañas rocosas, nuevamente empezamos con paciencia y lentitud a recorrer la carretera. Llegamos al Yellowstone Park y la noticia que recibimos era de que no había cupo para acampar, pero ya otros viajeros nos habían comentado que se podía acampar pasando desapercibido en el parqueo de los hoteles. A más de 2000 metros sobre el nivel del mar, el verano desapareció y nuevamente a buscar entre la Kombi con que abrigarnos. Entre los animales que atraviesan las vías para tomar agua entre los lagos que reflejan el firmamento, entre ríos cristalinos, aguas termales y géiseres,entendemos por qué es el parque más visitado de USA.
pasamos cinco días recorriendo las carreteras curveadas y empinadas del gran parque nacional Yellowstone, donde por segunda vez en este país nos detiene la policía de tránsito y en esta ocasión nada más y nada menos por que “VAMOS MUY DESPACIO”.
Llegamos a Seattle y nuevamente regresamos a la gran ciudad, con sus ires y venires, su tráfico ,sus grandes mercaderías y los turistas de los cruceros que nunca faltan y completamos el cruce de Estados Unidos de oriente a occidente. Al llegar a esta ciudad pensábamos tramitar la visa de Canadá y vaya sorpresa nos llevamos cuando en la puerta del consulado había un aviso que decía que no atendían personalmente desde hace 1 mes! Todo lo hacen por medio de correo y nosotros no teníamos mucho tiempo para esperar la respuesta. Así que verificando el consulado más cercano y haciendo un gran esfuerzo, nos dirigimos a los Ángeles en un viaje de última hora, donde afortunadamente pudimos hablar en nuestro poco inglés con la cónsul y explicarle los pormenores de nuestra travesía. Así que con la visa de Canadá aprobada ¡ahí vamos!
Cuando pasamos por cosas como esta, nuestros sentimientos se ponen a prueba y como muchas veces lo hemos hecho, renace esa charla a cerca de las fronteras imaginarias que sólo vemos y ponemos los humanos, el hecho de ser latinos y mucho más ser colombianos, nos cierra la puerta de muchas fronteras, es bastante desconcertante!!! A veces pensamos y ahora hacia donde podremos seguir viajando con nuestro pasaporte colombiano? no tenemos muchas opciones. . .